El arcosolio cercano al Cristo de la Buena Muerte acoge la talla de santa Brígida de Irlanda, titular de la ermita de su nombre.

Si avanzamos hacia los pies de la iglesia llegamos a la capilla de la pila bautismal que acoge las imágenes de los padres de María, San Joaquín y Santa Ana, y Jesús yacente en el sepulcro, paso de la procesión de Semana Santa.

La siguiente capilla acoge un retablo barroco, procedente de Yelz. Preside el retablo la Inmaculada, patrona de Olite, acompañada de San Nicasio, talla del siglo XIV, santo protector contra la peste, y San Francisco Javier, patrón de Navarra y de las Misiones.  

En la parte superior del muro se abren dos ventanales donde se ubicaban unas tribunas cerradas con celosías, la de los caballeros y la de las damas, con acceso desde el Palacio, desde donde los miembros de la casa real podían participar del culto. Se destruyeron en 1930. Uno de los ventanales se decora con un escudo policromado de Navarra-Evreux.

El coro acoge un hermoso órgano rococó de 1785, construido por Diego Gómez, maestro organero de Larraga.

Las vidrieras del rosetón y de los ventanales del templo se repusieron en 1998. Son obra del vitralista local Alberto Chueca.

Para una explicación de las capillas del muro sur, el lado de la Epístola, acérquese a este lado y pulse 5.